El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha trabaja desde hace años con un plan de mejora de la eficiencia energética de sus centros, con medidas asociadas a la eficiencia en el consumo y la reducción de las emisiones de CO₂ a la atmósfera como ejes principales.

El nuevo Hospital Universitario de Toledo no es ajeno a esta línea de trabajo. En su construcción se han introducido medidas especialmente destinadas a mejorar el rendimiento energético del centro, al tiempo que se ha diseñado una estrategia para reducir su huella energética en el medioambiente.

Así, estas decisiones afectan no solo a la propia edificación, sino al conjunto del espacio que abarca el complejo del nuevo Hospital de Toledo.

Algunas de estas iniciativas son las siguientes:

• Las fachadas se han realizado de tal manera que evitan las transferencias térmicas, es decir, impiden el paso del calor y el frío del exterior al interior, y viceversa, lo que redunda en unos espacios climáticamente más confortables y una mejor eficiencia energética.

• El diseño del hospital se ha realizado para un aprovechamiento máximo de la iluminación natural, no solo desde el punto de vista arquitectónico, con grandes ventanales y luminarias, sino también con la instalación de distintos sistemas que regulan la iluminación interior en función de las condiciones exteriores, detectores de movimiento y control horario.

• El diseño de todas las áreas se ha realizado de manera que las condiciones de confort, climatización y necesidades de transporte sean adecuadas a la actividad asistencial que se vaya a realizar en ellas, reforzando así la eficiencia y reduciendo el gasto innecesario en términos energéticos.

• Se ha instalado una grifería que ahorra hasta un 60% de agua con respecto a las convencionales. Además, más del 70% del agua caliente del nuevo Hospital de Toledo se generará aprovechando la luz del sol.

• El compromiso con el medioambiente también se aprecia en el entorno del nuevo Hospital de Toledo. La vegetación se ha seleccionado siguiendo un criterio de adaptabilidad y sostenibilidad, por lo que las necesidades de agua son mínimas. Se han plantado especies de gramíneas tapizantes de bajo mantenimiento, y destaca la plantación de 278 olivos, 165 pinos, 62 nogales del Japón (Gingko biloba), 50 plátanos hispánica, 8 acacias y 5 prunos.

• El sistema de riego se ha diseñado, además, adaptado a las necesidades de cada plantación, evitando la aspersión y potenciando el goteo.

• Durante la construcción del nuevo Hospital de Toledo, se ha potenciado el uso de materiales reciclados, minimizando así los residuos y reutilizando el material sobrante, tras someterlo a los procesos necesarios para ello.

• La elección de los materiales se ha hecho teniendo en cuenta su durabilidad, reduciendo así el coste de mantenimiento y conservación.

• El recinto del nuevo Hospital de Toledo cuenta con electrolineras, que permitirán la recarga de vehículos eléctricos.